Proyecto de calidad de agua en la Bahía de Todos Santos

Investigadores estudian condiciones del agua.
Campus
Ensenada
12 de Abril de 2012

Investigadores de la Facultad de Ciencias Marinas fungen como apoyo técnico a las autoridades realizando el proyecto de Calidad de Agua en la Bahía de Todos Santos.

Tras haber ganando la convocatoria de proyectos de investigación llamada “Playas Limpias” lanzada en 2006 por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), los investigadores de la Universidad decidieron participar nuevamente cuatro años más tarde en la segunda convocatoria, en donde Conagua contaba con la misma iniciativa pero que esta vez se encontraba encaminada a investigar la región de Bahía de Todos Santos; solicitando información ambiental de contaminantes para realizar un diagnóstico de la salud del sistema.

Los investigadores realizan muestreos de agua en lugares donde existen descargas de materiales hacia el mar. Las muestras son utilizadas para obtener parámetros e indicadores biológicos y químicos. Adicionalmente, los investigadores realizan mediciones de corrientes marinas y simulaciones numéricas.

Propósito

Generar información acerca del estado de salud del agua en el interior de la bahía, así como información base de corrientes y transporte. Con esta información se busca que la Conagua cuente con elementos que sirvan para establecer normativas ambientales que designen límites de concentración en sustancias; lo anterior con la finalidad de que toda empresa que derrame sustancias al mar cumpla con esa normatividad y se logre regular el uso de las aguas dentro de la Bahía de Todos Santos.

La fase posterior a la investigación, la cual corresponde a Conagua, es utilizar los datos generados y proporcionarles un trámite a través de las diferentes dependencias.

Integrantes

Como responsable del proyecto se encuentra el doctor Reginaldo Durazo, quien es profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Marinas, Campus Ensenada.

Como colaboradores del proyecto por parte de la Facultad de Ciencias Marinas están: maestro Raúl Canino, experto en contaminación por químicos; el doctor Rubén Castro, experto en el manejo de instrumentación marina; y la doctora Sorayda Tanahara, experta en uso de modelos para simulación de corrientes oceánicas.

Además, colabora personal del Instituto de Investigaciones Oceanológicas: doctor Xavier Flores Vidal, experto en el uso de sensores remotos para medición de corrientes, y el maestro Luis Felipe Navarro en el uso de boyas de deriva para medir trayectorias de partículas.

La aplicación de modelos numéricos permitirá “inyectar” contaminantes artificiales y estudiar su dispersión para así poder conocer cuáles son las áreas de mayor riesgo en la bahía. El uso de sensores remotos permite medir corrientes en tiempo real en toda el área de la bahía para que la comunidad en general pueda accesar a esta información y ver –por ejemplo- como son los patrones de corrientes en caso de una contingencia (naufragio, derrame, etc.) y poder así ayudar a tomar la mejor decisión para actuar. Las boyas de deriva se liberan en el mar para seguirlas con posicionador GPS. Conocer su recorrido es importante porque dichas corrientes siguen -teóricamente- el mismo comportamiento o trayectoria que cualquier otra partícula en el mar (larvas, contaminantes).

Realizar estos experimentos en conjunto no sólo permite conocer el estado de salud de la bahía, sino también a conocer la dirección con la cual se mueve el agua, el destino final de un contaminante y las probables zonas de más riesgo en caso de un derrame en un lugar específico.

Colaboraciones

Actualmente se tiene constante colaboración con científicos del Cicese, quienes han facilitado el uso de instrumentos para la realización del proyecto; al respecto, también se ha colaborado con la Universidad de Hawaii en las instrumentaciones novedosas utilizadas por los investigadores. Asimismo, colabora personal de empresas como Costazul, Cespe y empresas pesqueras, las cuales han facilitado los accesos para la colecta de muestras de agua.

Estado del proyecto

Las investigaciones se encuentran en estado inicial; a la fecha se han realizado un par de recorridos con muestreo de playa y un crucero de tres días para muestrear en diferentes zonas de la bahía; además, los investigadores se encuentran midiendo las corrientes desde hace un año.

Resultados obtenidos

Se ha observado que las corrientes entran por la boca norte entre San Miguel y la Isla Todos Santos, siguen hacia el sur en una trayectoria a lo largo Punta Banda y giran de vuelta hacia el norte en el centro de la bahía. Ante el inminente crecimiento de la población en los últimos años, estos resultados preliminares sugieren que la Bahía de Todos Santos no es un buen lugar para arrojar desechos. Ciertamente -en un futuro cercano-, los estudios que se realizan ayudarán a determinar las mejores estrategias de vertimiento o uso de aguas residuales.

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