Diego Hernández, ganador del Premio Puma de Plata México Mejor Película en el Ficunam

Diego Hernández Rodríguez, egresado de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales, participó en el Festival Internacional de Cine de la UNAM, donde resultó ganador del Premio Puma de Plata México a Mejor Película, por su largometraje Los fundadores, película que retrata la vida de tres estudiantes universitarios cuyo desarrollo profesional se ve afectado debido a un desvío de recursos por parte de las autoridades. La cinta muestra las conversaciones y la incertidumbre que se vivió en la comunidad estudiantil durante el adeudo del gobierno hacia la UABC.

Diego compartió que uno de los mayores retos a los que se enfrentó fue el reunir el presupuesto para llevar a cabo el largometraje, así como conseguir el equipamiento tecnológico necesario y un equipo de trabajo con quien pudiera entenderse y lograr el objetivo. Contó con la ayuda de sus familiares, así como de la comunidad por medio de campañas de apoyo vía internet. Igualmente, atribuyó esta colaboración a la unión que existe entre los cineastas de las nuevas generaciones en la ciudad, así como al haber tenido la fortuna de conocer en su carrera a personas con quienes contar que tenían muchas ideas y talento que aportar. 

Su equipo estuvo compuesto por Melisa Castañeda, Saulo Cisneros, Andrés Madrueño, Renee Ortiz, Marco Aurelio Celis y Diego Quintero, además de quienes intervinieron como extras que fueron compañeros de estudios y familiares. 

Explicó que este proceso dista mucho de lo que se imagina alguien al pensar en cine, no hay grandes estudios ni equipos de cientos de personas, sino que es una producción con poco equipamiento y personas, realizado de forma independiente. 

Lograr este proyecto fue una labor colectiva que tomó mucho tiempo. Diego Hernández expuso que tras pensarlo y hacer cálculos decidió darse de baja temporal para enfocarse en él, aun sabiendo que sería algo controversial en casa. Aseguró que fue la decisión más sana que pudo tomar, pues esto le permitió tener seis meses para concentrarse únicamente en escribir, planear, conseguir patrocinio y todo lo necesario para alcanzar su objetivo. 

La película se filmó en noviembre del 2019, fueron seis días de exhaustivo trabajo, aunque pudo llevar más tiempo. El esquema de la cinta fue lo que permitió que se lograse en tan poco tiempo, mientras que la edición requirió de un año. La pandemia afectó al proyecto y posteriormente al festival, pues en lugar de presentarse en Ciudad de México, se llevó a cabo de forma virtual. Sin embargo, esto no fue del todo negativo, ya que en su día de estreno el filme fue visto por alrededor de 600 personas. 

El egresado externó que la oportunidad de enfrentarse a la crítica tanto positiva como negativa y la exposición obtenida fueron experiencias invaluables. Agregó que aprendió a que no hay tiempo para nada, que cada persona puede hacer las cosas en diferente orden y no hay un modelo general que funcione para todos. Asimismo, añadió que a pesar de las presiones externas, aprendió a confiar en sí mismo, en sus decisiones y en sus propias intuiciones, así como a ser crítico consigo mismo, “a soñar pero siempre con los pies en la tierra”.

“Puedo hablar hacia las personas que les interesan las producciones cinematográficas, es importante juntarnos entre nosotros, entre los estudiantes, encontrar a quienes tienen los mismos intereses y hacer comunidad; uno no puede hacer las cosas solo, es imposible y mientras más unión y apoyo haya entre nosotros, más abiertos estemos a escuchar a los demás, sobre todo a los que tienen ideas distintas, es como mejor se pueden realizar las cosas y más nos nutrimos como seres humanos y aspirantes a cineastas”, finalizó Diego Hernández Rodríguez.