Una esperanza en la prevención del suicidio
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen alrededor de 700 000 suicidios en el mundo, por lo que es considerado un problema importante de salud pública que tiene un impacto no solo emocional, sino social y económico. Por ello, y con el fin de crear conciencia, así como reducir el estigma que se asocia al tema, desde el 2003 este organismo en conjunto con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio, establecieron el 10 de septiembre como el Día Mundial para la Prevención del Suicidio.
Estudios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) que comprenden del 2015 al 2019, mostraron al suicidio como la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años en América, mientras que las personas de 45 a 59 años tienen la tasa más alta de la región, seguidas por las de 70 años o más.
En México, durante 2022 se registraron 8237 suicidios, lo cual equivale a un porcentaje del 9.8 % de las muertes violentas, en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). En Baja California los decesos por suicido corresponden al 2.4 % de muertes violentas.
Sobre el tema, se entrevistó a la doctora Mónica Ayala Mira, psicóloga docente de la Facultad de Ciencias Humanas (FCH) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quien realiza trabajo clínico particular con pacientes que han pensado o intentado suicidarse, comentó sobre algunas características o conductas que suelen tener la personas que atraviesan una situación similar.
Explicó que hay comportamientos suicidas impulsivos, por ejemplo, cuando la persona se entera de una enfermedad muy grave o tiene una pérdida económica fuerte. Hay otros casos en donde existe un periodo más largo de ideación y planificación del suicidio. Agregó que: “Las personas con tentativas suicidas suelen presentar diagnóstico psiquiátrico de depresión y en algunos casos de trastornos más graves como la esquizofrenia”.
La psicóloga Ayala Mira, quien también es coordinadora de la Maestría en Psicología de la FCH de la UABC, recomendó considerar los casos de ideación como una forma de pedir ayuda. “La persona comunica con palabras o acciones que está teniendo pensamientos suicidas: comenzando a despedirse de sus seres queridos de forma directa por cartas, hacer un testamento, comprar un seguro cuando en otro momento no había ese tipo de interés o incluso, con obsequiar sus pertenencias más preciadas”.
También las autolesiones como el cutting (cortes superficiales en el cuerpo), y las conductas autodestructivas que se reflejan a través de comentarios en los que hay un menosprecio de la propia existencia o valor humano, pueden dar indicios de ideación suicida, “de un dolor mudo”, señaló. Asimismo, añadió que generalmente el tipo de suicidio impulsivo suele presentase más en hombres, “las mujeres piensan más en quitarse la vida que los varones, pero estos se suicidan en mayor proporción”, mencionó.
Algunas recomendaciones que dio la psicóloga Ayala Mira son: comentar con alguien de confianza la situación por la que se pasa y los sentimientos “romper con la noción que el dolor es individual, incluso cuando una persona se nos acerca, escucharla respetuosamente (…) cambiar la frase ‘no te mates’ por un ‘vamos a platicar’”. Hizo hincapié en que debe tomarse en serio la salud mental y la búsqueda de ayuda profesional.
En cuanto a lugares donde se puede pedir auxilio emocional u orientación, sobre todo si se dificulta platicar la situación personal con un conocido de confianza, existen los servicios de apoyo gratuito que vía telefónica ofrecen instancias federales y gubernamentales, como son: Línea de la Vida 800 911 2000 con atención las 24 horas del día, y Creer Ser Joven 686 339 76 87, este último dirigido a jóvenes entre 12 y 29 años.
En el caso de la comunidad cimarrona: alumnado, docentes y personal universitario, pueden acercarse a las áreas psicopedagógicas de las unidades académicas para recibir asesoría y la canalización correspondiente.
La Vicerrectoría Campus Mexicali de la UABC en el Día Mundial para la Prevención del Suicidio cuyo tema trienal 2021-2023 es “Crear esperanza a través de la acción”, exhorta a la comunidad a reflexionar sobre este tema y vivir los valores universitarios, sobre todo el de la solidaridad para empatizar con las necesidades de los demás e involucrarnos todos en el bienestar de la sociedad.