De México a Perú: Un intercambio transformador
Estudiante de Odontología en su aventura académica en Lima, Perú
Fernanda Erised Morgan Martínez, estudiante del octavo semestre de Odontología en la UABC, decidió ampliar su horizonte académico al realizar un intercambio en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) en Perú. Inspirada por su padre, quien también participó en un intercambio universitario en su juventud, Fernanda decidió darse la oportunidad y adentrarse en la rica cultura latinoamericana, motivada por su deseo: "Me gusta el hecho de hacer cosas o ir por un lado diferente […] y resaltar entre la multitud”.
"Investigué acerca de la universidad receptora, y es una de las universidades más antiguas de toda Latinoamérica con 473 años de antigüedad, considerada como la universidad decana de América, y es top 1 a nivel científico en todo el Perú", comentó Fernanda.
Al llegar a Lima, Fernanda sintió una mezcla de emoción y nerviosismo. Aunque la ciudad le resultaba extraña y el estar sola en un país nuevo suponía un reto, rápidamente encontró un hogar en un departamento compartido con cuatro compañeras y un perro. Esta convivencia se convirtió en una experiencia cálida y familiar que le permitió formar lazos de amistad y confianza. Este ambiente para ella fue un espacio de apoyo mutuo, donde la amistad y la camaradería hicieron que se sintiera cómoda y segura.
En lo académico, el intercambio no estuvo exento de desafíos. La diferencia en los enfoques educativos entre la UABC y la UNMSM fue notable. Mientras que en su universidad de origen predomina un enfoque práctico, en San Marcos el énfasis está en la teoría. Esta diferencia, sumada a la barrera idiomática inesperada pese a compartir el mismo idioma, hizo que la adaptación fuese un proceso gradual. "A pesar de hablar el mismo idioma, era complicado comprenderlos al 100 %”. Sin embargo, logró superar estos obstáculos y, con el tiempo, llegó a comprender mejor el entorno académico y cultural peruano.
Una parte fundamental de su experiencia en Perú fue descubrir la diversidad y riqueza del país. Fernanda exploró la gastronomía local y lugares emblemáticos como las Líneas de Nazca, Machu Picchu, la Montaña de los Siete Colores, y el Lago Titicaca, entre otros. Cada viaje le permitió no solo admirar la belleza natural de Perú, sino también conocer su historia y tradiciones.
Para Fernanda, el intercambio significó mucho más que una simple experiencia académica y subrayó cómo el haber vivido sola en un país extranjero le permitió reforzar su independencia, "estar en un país completamente nuevo y sola, me ha ayudado a reforzar y mejorar eso [la independencia]", reflexionó.
La futura odontóloga concluyó que esta experiencia ha sido un punto de inflexión en su vida, y que este viaje transformador no solo ha enriquecido su formación, sino que también ha reafirmado su capacidad para adaptarse, aprender y crecer en cualquier circunstancia.