Los escenarios futuros del cambio climático indican que en Baja California habrá un incremento sostenido de calor y un decremento de las lluvias, con variaciones de años muy secos a periodos de intensas lluvias y eventos climáticos extremos como tormentas y trombas.

Estos escenarios locales han sido determinados en base a un análisis histórico de los reportes climáticos en Baja California, y con los estudios de cambio climático a nivel nacional, indicó Rafael García Cueto, Jefe del Laboratorio de Metrología y Climatología del Instituto de Ingeniería y coordinador por la UABC del equipo de investigadores que participa en la elaboración del Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático (Peacc-BC).

“Estamos trabajando en generar escenarios climáticos a escala local y también sobre los escenarios de emisiones de Gases de Efecto Invernadero, con estos modelos entonces podemos sugerir hacia donde deben ir las políticas públicas de generación de energía, los modelos productivos y todas las actividades que van a sufrir un impacto debido a las fluctuciones del clima y los efectos del cambio climático en la región”, sostiene García Cueto.

Explicó que para determinar estos escenarios locales, se tienen que “correr” en computadora bases de datos sobre mediciones históricas del clima que son contrastadas con diversas proyecciones al futuro sobre la elevación de la temperatura global del planeta y la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI).

“Hemos encontrado que en el estado, las lluvias podrían reducirse en un 15% en promedio anual, pero hay una enorme variabilidad entre años muy secos y años muy lluviosos… esto va a provocar cambios y afectará al sector agrícola”, comentó.

El investigador dijo que ya se tienen evidencias de que actualmente hay impactos a causa del cambio climático en la región, que se ha traducido en una reducción de las lluvias que históricamente había en Mexicali, y que actualmente se manifiestan con lluvias intensas, breves y repentinas, que pueden causar daños a la infraestructura de las ciudades.

También, recalcó que no debemos olvidad que especialmente Mexicali, pero también Tijuana y Tecate, dependen del agua del Río Colorado, la que proviene del deshielo de las montañas Rocallosas, en el Norte de los Estados Unidos. Los desequilibrios que se espera ocurran en aquellos lugares, en el futuro reducirían las nevadas y aumentaría las lluvias en la cuenca del río Colorado, lo que probablemente ocasione una reducción del flujo de agua en toda la cuenca de este río transfronterizo.

“Dependerá de cambios en la sociedad”.

Para realizar los escenarios del cambio climático, García Cueto describe que se utilizó un modelo estadístico de reducción de escala (Statistical Downscaling Model, SDSM), con el que se proyectó el clima local a escenarios futuros. Para este estudio se consideran únicamente los escenarios “A2″ y “B2″ de emisiones de gases de efecto de invernadero (GEI).

El escenario A2 supone un mundo heterogéneo; sus características más distintivas son la autosuficiencia, la conservación de las identidades locales y una población mundial en continuo crecimiento. El desarrollo económico está orientado básicamente a las regiones y el crecimiento económico por habitante así como el cambio tecnológico están más fragmentados y son más lentos que en otras líneas evolutivas. En comparación, el escenario B2 describe un mundo en el que predominan las soluciones locales a la sostenibilidad económica, social y medioambiental.

La conclusión preliminar de los escenarios de cambio climático local son para Mexicali, Tijuana y Ensenada un incremento de sus temperaturas mínimas, siendo el mayor aumento para Mexicali con 4.2°C en el otoño para la década de 2080′s. En cuanto a las temperaturas máximas, la ciudad de Ensenada no presentaría cambios respecto al período climatológico base (1961-1990); sin embargo, para los 2080′s las ciudades de Mexicali y Tijuana tendrían anomalías positivas, destacándose Mexicali con 4.4°C en la estación de invierno.

Respecto a la precipitación, solamente en Mexicali se presentaría un ligero aumento en la precipitación, sobre todo en las estaciones otoño e invierno, mientras que en Tijuana y Ensenada se tendría una reducción principalmente en el invierno y la primavera, destacándose la ciudad de Ensenada con una reducción del orden de 20% a fines del siglo XXI con el escenario A2, respecto de la climatología base. Aún cuando estos modelos son rigurosos científicamente, el futuro del cambio climático y la capacidad de adaptación de la sociedad bajacaliforniana y mexicana dependerá de los cambios que se puedan hacer en el futuro y que tienen que ver con nuestro estilo de vida, anotó García Cueto.

“El futuro parece que no es muy halagador, es así como estamos generando opciones de adaptación y mitigación al cambio climático… algunos países como España ya están construyendo diques para defenderse ante la subida del nivel del mar, y en ciudades como Mexicali las ondas de calor intenso han cobrado vidas humanas”, resaltó el investigador. Por ello agregó que tenemos que entrar a una nueva etapa donde la prioridad deberá ser encontrar soluciones a este reto global.